
Fiesta de los Escobazos en Jarandilla de la Vera
¿Recuerdas nuestro post sobre el Museo de los Escobazos? En él te explicamos que Jarandilla de la Vera tiene una fiesta muy peculiar, declarada de Interés Turístico por lo asombrosa que es.
Y es que, a pesar del frío, en la Vera el mes de diciembre es sinónimo de fiestas, como la de los Escobazos en Jarandilla de la Vera. Un buen momento para visitar la ciudad y su entorno.
En la localidad llevan tiempo preparándose para que el 7 de diciembre esté todo listo y volver a festejar de esta forma tan particular.
Origen de la Fiesta de los Escobazos
Aunque no hay un registro concreto que explique el origen de los Escobazos, en Jarandilla se cuenta que procede de la época en la que los pastores volvían a casa para el día de la Inmaculada tras haber pasado meses cuidando de los rebaños. Al parecer, estos llegaban alumbrándose con escobones encendidos, que apagaban al llegar a la localidad dándose golpes unos a otros.
Como es lógico, los familiares esperaban su llegada con gran alegría, y lo que comenzó siendo un reencuentro familiar no tardo en transformarse en toda una fiesta con identidad propia.
Jarandilla se prepara
A principios del mes de noviembre, una gran cantidad de Jarandillanos empiezan a preparar la fiesta de los Escobazos. Para ello recogen retamas en el campo, que seleccionan y cortan para hacer las escobas.
Estos días de preparación son muy especiales para los vecinos, ya que se pasa mucho tiempo entre amigos haciendo los escobones. Entre bromas y risas, todo estará preparado para recibir a curiosos y aficionados que se acercan cada vez con más frecuencia para asistir a la fiesta.
Cae la noche del día 7 de Diciembre en Jarandilla de la Vera
Después de haber pasado la tarde reunidos en la plaza, las escobas se encienden a las 7 de la tarde. A las 9 empieza la procesión de la Inmaculada, que llena de vivas las calles del pueblo mientras los escobones prendidos iluminan el paso.
El Mayordomo subido en un caballo se acerca a la iglesia, donde se le hace entrega del estandarte de la virgen y recorre las calles mientras los vecinos del pueblo lo siguen, unos a caballo y otros con los escobones encendidos al hombro.
A lo largo del recorrido hay varias hogueras que se encienden hasta llegar a la más grande, enfrente de la ermita patronal, donde el fuego asciende varias decenas de metros.
Tras varias horas de fiesta, se da por terminada y todo el mundo regresa a casa esperando el año que viene.
Vive la fiesta desde las Cabañas de la Vera
Si quieres disfrutar de esta singular celebración declarada de Interés Turístico, puedes alojarte en una de nuestras casas rurales. Jarandilla de la Vera está a solo 2 kilómetros y podrás vivir la magia del fuego y la hospitalidad jarandillana visitando algunas de las muchas bodegas en las que degustar deliciosos platos típicos, acompañados siempre del tradicional vino de pitarra.
Lo mejor es que te acerques unos días antes o te quedes unos días después, para ver todo lo que la Vera te ofrece el mes de diciembre.