
El último viaje del Emperador hasta su retiro en el Monasterio de Yuste comienza en la localidad cántabra de Laredo, donde desembarcó en septiembre de 1556. Tras pasar una semana allí, comenzó un viaje que terminaría 5 meses y medio después, en febrero de 1557.
El recorrido total tiene más de 90 leguas (casi 400 kilómetros), y para que el monarca y su séquito pudieran viajar más cómodos, se fueron haciendo algunas reparaciones por los caminos.
La Ruta por tierras extremeñas
El Emperador llegó a Extremadura por el norte, entrando en Tornavacas. Desde allí se dirigió a Jarandilla de la Vera, donde se quedó desde noviembre de 1556 en la residencia de los Condes de Oropesa hasta que terminaron las obras del palacio que se construyó junto al Monasterio de Yuste.
El recorrido hasta Yuste pasa por Aldeanueva de la Vera, en un camino rodeado por bellos paisajes y con desniveles que hacían que el viaje se hiciera algo duro en determinados tramos. Pero el Emperador viajaba cómodo y no tenía prisa, así que se podía tardar todo lo que hiciera falta.
La Ruta del Emperador en nuestros días
En la actualidad, todas las zonas por las que pasó Carlos V celebran de un modo u otro ese episodio de la historia. Aunque solo existen algunos recorridos homologados como rutas oficiales. Una de ellas es la que recorre tierras extremeñas, catalogada como PR-CC 1, que recorre un camino desde Tornavacas hasta Jarandilla de la Vera.
Las tierras por las que transcurre la Ruta del Emperador destaca por muchos atractivos, como la belleza natural del paisaje y la tranquilidad que se puede disfrutar hoy en día. Algunos de los aspectos que convierten a esta en una de las rutas senderistas preferidas tanto por los caminantes experimentados como por los que empiezan.
Fiestas relacionadas con la Ruta del Emperador
La primera vez que se celebró esta ruta con un tinte festivo fue en 1999, y desde entonces se han ido añadiendo actividades hasta convertirlo en una verdadera fiesta. Las localidades de Tornavacas, Jarandilla, Aldeanueva y Yuste celebran fiestas recordando el camino del Emperador hasta su último retiro, con vecinos vestidos de época, mercadillos medievales y representaciones teatrales que atraen todos los febreros a cientos de visitantes y curiosos.
Además, se van poniendo en marcha algunas rutas alternativas, no tanto en el trazado sino en la fórmula. Por ejemplo, rutas ciclistas o la ya popular ruta nocturna de Jarandilla de la Vera, que se celebra desde hace varios años en la localidad.
Algunos de los puntos en los que se puede hacer una parada durante la travesía permiten descansar un poco y observar el increíble paisaje, como la Garganta de los Infiernos o el Collado de las Yeguas, que sirve como división entre el Valle del Jerte y la Comarca de la Vera.
Las Cabañas de la Vera se encuentran ubicadas en las inmediaciones de la Ruta del Emperador, lo que las convierte en uno de los mejores sitios para organizar la visita.