
A 45 minutos de las Cabañas.
El Parque Nacional de Monfragüe es uno de los 14 Parques Nacionales que existen en España. Se encuentra enclavado en la provincia de Cáceres, y es el primer parque nacional de Extremadura. Su carácter de Parque Nacional data del 3 de marzo de 2007.
Ficha técnica del parque
- Nombre: Monfragüe
- Comunidad autónoma: Extremadura
- Provincia: Cáceres
- Superficie (ó extensión): 17.852 ha
- Altitud: 250 – 750 msnm
- Términos municipales: Casas de Miravete, Jaraicejo, Malpartida de Plasencia, Serradilla, Serrejón, Toril y Torrejón el Rubio
Situación
Está situado al norte de la provincia de Cáceres, entre las ciudades de Plasencia y Trujillo, comprendiendo una serie de sierras entre las que discurren encajonados los ríos Tajo y Tiétar, dando lugar a una combinación de bosques y matorral mediterráneo de solana y umbría, sotos de ribera, roquedos y dehesas que hacen de Monfragüe un lugar único y vital para la conservación de algunas especies.
Además de la figura estatal de Parque Nacional, con una extensión 18.110 Ha, este territorio atesora otras figuras de protección a diferentes niveles, en 2003 fué declarado ZEPA(Zona de Especial Protectión para las Aves)116.160 Ha, LIC (Lugar de Interés Comunitario), por otro lado la UNESCO, otorgó a Monfragüe y su entorno el reconocimiento como reserva de la Biosfera.
Historia
Monfragüe, ha sido un enclave que ha contado con la presencia humana desde muy antiguo, diversas culturas lo han habitado y dejado su huella de diferentes formas, contribuyendo a modelar el paisaje hasta hoy.
De 2500 a 800 a.d.c. Los primeros pobladores de Monfragüe de los que se tiene noticia, dejan su huella en forma de pinturas rupestres en cuevas y abrigos rocosos.
- Entre los años 900 y 200 a.d.c los pueblos prerromanos (Iberos y Celtas) instalan sus castros en las en las sierras de Monfragüe.
- “Monsfragourm”, el monte fragoso fue el nombre que los romanos dieron a este lugar, todavía podemos ver los restos de la calzada romana que atraviesa la sierra de las Corchuelas y pasa cerca de Villarreal de San Carlos.
- Los árabes, ocuparon estas tierras en el año 713 y las llamaron “Al-mofrag”, que significa “el abismo” y construyeron el castillo en el año 811.
- La reconquista cristiana del Castillo, la lleva a cabo el guerrillero portugués Giraldo-Simpavor en 1169, pero no fue hasta 1180 cuando se reconquista definitivamente por Alfonso VIII.
- En 1450, el Obispo de Plasencia mandó construir el Puente del Cardenal. Su finalidad era unir esta ciudad con Trujillo y Jaraicejo, dicen los cronistas que su construcción costó 30.000 monedas de oro, cifra igual al número de piedras que lo forman.
- Estas sierras, fueron refugio de numerosos asaltantes, debido a lo arriesgado de la ruta comercial que comunicaba las ciudades de Plasencia y Trujillo, en el siglo XVIII, se funda la aldea de Villarreal de San Carlos, donde se alojan las tropas encargadas de proteger a los viajeros.
- Entre los años 60 y 70 del siglo XX, se produce la mayor modificación humana en Monfragüe, durante estos años se construyen las presas de los Saltos de Torrejón, sobre los ríos Tajo y Tietar y la presa de Alcántara aguas abajo sobre el río Tajo, detuviendo las aguas de los ríos Tajo y Tietar.
- Durante el mismo periodo, se procede al aterrazamiento de las laderas para plantar eucaliptos y pinos, destruyendo así importantes áreas ocupadas por la vegetación autóctona.
- La declaración de Monfragüe como Parque Natural supone una nueva etapa a favor de la conservación de este privilegiado lugar que posteriormente es declarado con otras figuras de protección como ZEPA, LIC y reconocimientos como el de Reserva de la Biosfera, más recientemente, el 3 de Marzo de 2007, entra a formar parte de la red de Parques Nacionales.
Fauna
Monfragüe es conocido especialmente por su fauna, se han citado hasta 290 especies de vertebrados, de las que 180 son aves, 53 mamíferos, 22 reptiles, 15 anfibios y 26 peces, algunas de ellas destacan por ser especies amenazadas y en algunos casos en peligro de extinción que cuentan en Monfragüe con una elevada proporción de la población mundial, llegando a encontrarse aquí las mayores poblaciones mundiales de algunas aves amenazadas.
El buitre negro (Aegypius monachus) mantiene en Monfragüe una de sus mayores colonias de cría, es frecuente observarlo en vuelo junto a los más numerosos buitres leonados.
En Monfragüe, habitan aves tan escasas y amenazadas como el águila imperial (Aquila adalbeti) o el águila perdicera (Hieraatus fasciatus) que encuentran lugares de nidificación en los árboles o las cumbres rocosas de las sierras del Parque.
Cada primavera, contamos con la presencia de otra ave carroñera, el alimoche (Neoprhon percnopterus) que anida en roquedos, a veces en compañía de la esquiva cigüeña negra (Ciconia nigra), que también es fácil de observar aquí ya que cuenta con varias decenas de parejas.
Entre los grandes mamíferos, destaca el ciervo, que cada otoño nos ofrece el espectáculo de la berrea, o los esquivos jabalíes, que ocultos entre la vegetación son difíciles de observar a pesar de su abundancia.
Monfragüe es un lugar ideal para pequeños y medianos carnívoros, como el zorro (Vulpes vulpes), el gato montés (Felis sylvestris), la garduña (Martes foina) o la gineta (Genetta genetta). En ríos y arroyos es frecuente observar a la nutria (Lutra lutra) en busca de peces y cangrejos.
Una especie muy importante es el conejo silvestre (Oryctolagus cuniculus), debido a que es una pieza clave en la alimentación de muchos predadores del bosque mediterráneo.
Entre los anfibios y reptiles cabe destacar al tritón ibérico (Lissotriton boscai), que llega a ser abundante en algunos arroyos y fuentes. Esta especie solo habita en la Península Ibérica, dependiendo estrechamente de la ausencia de contaminación y de una conservación optima de los cauces fluviales.
Entre las zonas de bosque y matorral mediterráneo podemos encontrar reptiles como la culebra de herradura (Hemorrhois hipocrepis), la culebra de escalera (Elaphe scalaris) o el lagarto ocelado (Lacerta lepida).
Ecosistemas
BOSQUE Y MATORRAL MEDITERRANEO
El Parque Nacional de Monfragüe, es uno de los espacios naturales más representativos y menos alterados de bosque mediterráneo, constituyendo una de las últimas áreas donde se puede encontrar el bosque mediterráneo en estado original a lo largo de unas 10.000 hectáreas.
Las sierras que componen el Parque Nacional, recorren de este a oeste unos treinta kilómetros, debido a la orientación de sus laderas, existen notables diferencias entre las laderas orientadas al sur o de solana y las orientadas al norte o de umbría. Así en las solanas predominan las encinas (Quercus ilex), alcornoques (Quercus suber), acebuches (Olea europaea), romero (Rosmarinus officinalis), cantueso (Lavandula stoechas), jara pringosa (Cistus ladanifer) y otras especies adaptadas a resistir la insolación y la aridez del terreno. Estas plantas, tienen raíces grandes y profundas y sus hojas son largas, estrechas y a veces recurvadas para reducir la evaporación y también suelen tener un color blanquecino, para reflejar mejor los rayos del sol.
En las umbrías, que son más frescas y húmedas debido a una menor insolación podremos encontrar quejigos (Quercus fagínea), cornicabras (Pistacia terebintus), madroños (Arbutus unedo) y abundantes durillos (Viburnun tinus), arces ( Acer monpessulanum) y brezo blanco (Erica arborea), en las umbrías encontraremos plantas con unas determinadas adaptaciones, como son las hojas anchas para absorber mejor la luz del sol y sus semillas son coloreadas para que al ser visibles los animales contribuyan a su dispersión.
En las espesuras más recónditas de Monfragüe es donde se encuentra la mayor colonia mundial de cría de buitre negro, con una población en Monfragüe situada alrededor de las 300 parejas reproductoras.
DEHESAS
Las dehesas, principalmente de encina, aunque también de alcornoque, ocupan una gran superficie en las áreas más llanas. Se trata de un ecosistema artificial creado y mantenido por el hombre, pero poseedoras de una gran riqueza cultural y natural.
Las dehesas han surgido por aclarado del bosque original mediante talas, rozas y quemas, creando áreas abiertas que se aprovechan principalmente a diente, aunque también para cultivos cerealistas.
La importancia de la dehesa, radica en ser una forma tradicional de aprovechamiento, que mantiene el equilibrio con el medio sin producir degradaciones irreversibles, armonizando una alta productividad con la conservación de los valores naturales.
La dehesa permite un aprovechamiento agro-silvo-pastoril que proporciona una multiplicidad de productos (ganado, cereales y pastos, leña, carbón vegetal, madera, apicultura, plantas medicinales y aromáticas, corcho, setas, etc.) además de mantener una importante comunidad faunística propia, especialmente de aves, y constituir el área de campeo de numerosas rapaces.
RIOS Y ZONAS HÚMEDAS
Las aguas de los ríos Tajo y Tiétar, se encuentran en el área embalsadas por las presas de Alcántara, Torrejón-Tajo y Torrejón-Tiétar. Las dos últimas alimentan la central hidroeléctrica de los Saltos de Torrejón. Evidentemente, los embalses eliminaron amplias zonas de riberas como las que aún se puede contemplar en los arroyos que han quedado fuera de la influencia de los embalses.
Por otra parte, hay que mencionar los problemas de la pérdida de calidad de agua por eutrofización, la variación del nivel de agua, que impide el asentamiento estable de fauna y vegetación en las orillas, favoreciendo por otra parte la introducción de numerosas especies piscícolas alóctonas. Entre las aves que podremos encontrar en los ríos Tajo y Tietar embalsados a su paso por Monfragüe, están la garza real, el llamativo martín pescador, el cormorán grande o el somormujo lavanco, en algunos puntos de aguas someras, podremos observar a la bella y escasa cigüeña negra (Ciconia nigra).
Entre los mamíferos también cabe la posibilidad de observar a la nutria, una hábil pescadora que nos deleita con su presencia en muchas de nuestras excursiones por Monfragüe.
En aquellos lugares que quedarón a salvo de la inudación provocada por las presas, aparece un bello y valioso bosque de ribera está formado principalmente por arboles y arbustos caducifolios, que con mayor o menor dependencia del agua aparecen asociados a los cauces fluviales.
Pese a ocupar una superficie relativamente pequeña, desempeñan un importante papel ecológico, ya que constituyen el nicho de numerosas especies vegetales y animales, además de cumplir una insustituible función de depuración natural de las aguas.
Pueden encontrarse bosques de ribera bien conservados en algunos de los arroyos de Monfragüe, principalmente sobre suelos pobres, no utilizables para regadíos o pastizales y siempre en los tramos que no se han visto afectados por los embalses del Tajo y del Tiétar.
Entre la abundante fauna que vive en estos ecosistemas ribereños destacan la nutria, el martín pescador y varias especies de peces entre las que la pardilla (Rutilus lenmingii) y anfibios entre los que destaca una especie endemica de la mitad Oeste de la península ibérica, el tritón ibérico (Triturus boscai), también son muy interesantes otros anfibios como la bella ranita meridional (Hyla meridionalis) o la salamandra común (Salamandra salamandra).
En los cauces más estacionales como el arroyo de la Vid o el río Almonte podemos encontrar importantes formaciones de tamuja( Securinega tinctoria), un arbusto espinoso y caducifolio con un área de distribución muy reducida, ocupando el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica.
ROQUEDOS
En Monfragüe, los roquedos están representados principalmente por afloramientos rocosos de naturaleza, fundamentalmente cuarcítica, cuya manifestación más destacada son las llamadas «portillas», originadas al abrirse paso los cursos de agua a través de las grandes barreras rocosas.
Estos enclaves destacan por su alto valor ecológico y paisajístico. En ellos nidifican aves de gran importancia, destacando la cigüeña negra, el buitre leonado, el alimoche, el águila real, el águila perdicera y el halcón peregrino, también cuentan con la presencia de otras aves más pequeñas como roqueros solitarios, chovas piquirojas o golondrinas dauricas y hasta vencejos reales.
A lo largo de los cauces que fluyen por el entorno de Monfragüe, también aparecen otros roquedos que generalmente son de menor tamaño y formados por cuarcitas, en estos lugares también habitan aves como la collalba negra.
Entre los roquedos, también encontraremos plantas como el enebro (Juniperus oxicedrus), el Cambroño (Adenocarpus hispanicus Sub. Argirofilus), que es una planta endémica de la penínsla ibérica y otras como el clavel bravío o el narciso de roca.